
Fue a principios de 1969. No muy lejos de la casa cuartel de la Guardia Civil, en plena noche, varios vecinos arrancaron hojas de un almanaque y escribieron consignas. Eran ocurrentes, graciosos, pero también reivindicativos, motivados por la injusticia.
Se hacían llamar mariquitas y gritaban por escrito, porque con la garganta no se podía, que no querían marihuana, sino que algunos hombres les dejara la Juana, la María, la Maruja. Que… 👉🏽 Lee el artículo y mira la serie fotográfica completa en Patreon.